Sin Imagen
“Padre, ¿me salvas de esta hora? Pero para esto he venido a esta hora. Padre, glorifica tu nombre”.
Por eso, cuando tu alma está atribulada, no puedes imaginarte cuánto afligido se sintió Jesús. Pero pudo decir: “Glorificate, Padre. Porque vine para esto. Por eso vine a este planeta. Por eso morí por esta gente. Glorificate, Padre”.
Y entonces todos los ángeles, todo el cielo, se volvieron locos porque sabían que Él estaba a punto de ganar la victoria, de traer a la gente de regreso a Su Padre. Estaba a punto de hacerlo. Había superado toda la presión que el primer Adán no pudo superar.
Cada vez que te sientas débil u oprimido, piensa en lo que pasó Jesús.
Bendiciones amados
Emerson Ferrell
Esto es solo una pequeña porción de la enseñanza “Sin Imagen“