La conciencia de Cristo es la capacidad de estar absolutamente desprovisto de control, desprovisto de sentimientos. Los pensamientos son el lenguaje del cerebro; Los sentimientos son el lenguaje del cuerpo. Entonces, cuando tus pensamientos y tus sentimientos son “uno”, estás al unísono. Es ese unísono la fuerza magnética más grande en el ámbito físico.
Bendiciones amados
Emerson Ferrell
Esto es solo una pequeña porción de la enseñanza “Plenitud”