La Verdadera Natividad

Estando en Canadá, la Pastora Marisa Lopes, coordinadora del portal de esta nación, me dijo muy convencida que era muy importante celebrar el nacimiento de Cristo en la fecha verdadera, el 29 de Septiembre, cómo un decreto para quitarle el poder a la falsa navidad. Añadió que haría una fiesta con los hermanos de la Iglesia.

Cuando me lo dijo, el Espíritu Santo impactó fuertemente mi espíritu.

En un instante vi algo que nunca antes había percibido. El “falso raquia” (firmamento de luminarias caídas) gobierna sobre las naciones porque consiguió crear un falso Jesús Romano a quien llamó “sol invencible” (Sol Invictus) e hizo un pacto con la naciente Iglesia usando a Constantino, para que este imperio de luminarias gobernara sobre el Cristianismo y sobre el mundo. La Iglesia del siglo IV lo puso en autoridad, perdiendo así el dominio que Cristo le había entregado.

Si bien la mayoría de nosotros (los entendidos) no celebramos la navidad, como lo solíamos hacer, no hemos atacado el violento manto de tinieblas que se produce desde este falso firmamento.

La Iglesia, empezando desde el Catolicismo, (primera Iglesia históricamente hablando) hasta la mayoría de Iglesias convencionales y aun carismáticas empoderan cada año este manto de tinieblas, que vela la verdad y la autoridad de Cristo.

Si estamos hablando de Gobierno y de establecer Justicia, tenemos que desmantelar esto. Para que el verdadero Jesús, el Hijo de Dios, el verdadero Sol de Justicia en el raquia de Dios, establezca a sus luminarias para gobernar. Esto es los ángeles gobernantes y nosotros los hijos del día.

No se trata nada más de no participar del 25 de Diciembre, sino de genuinamente vencerlo con la verdad. Para lograr esto es importantísimo establecer una fecha que represente el verdadero advenimiento de Jesús.

La mayoría de ustedes conoce que por medio de la Biblia podemos establecer que Jesús nació a fines de la segunda quincena de Septiembre.

Jesús nació en el otoño del año 4 A.C. y es muy probable qué haya sido el 29 de septiembre, cuando se llevó a cabo la fiesta de los tabernáculos y fue circuncidado 8 días después en el llamado “Último Gran día” de la fiesta. (E. Ferrell, Antes de la fundación del mundo)

Jesús tuvo que haber nacido en un día significativo para Israel y no en un día sin relevancia.

Luego una verdadera avanzada hacia el establecimiento del verdadero firmamento que nos posicione para hacer descender la justicia de Dios sobre las Naciones es cambiando la fecha del Advenimiento de Jesus, del 25 de Diciembre al 29 de Septiembre.

Cuando Jesús nació, la Estrella de la mañana brilló en el raquia de Dios, los cielos penetraron la tierra, miriadas de ángeles hicieron oir su voz adorando desde el cielo, anunciando su llegada a la tierra. Los paganos (los reyes) se postraron ante su nacimiento y trajeron sus riquezas a sus pies, mientras los infiernos temieron (Herodes). Hubo una gran fiesta en los cielos ese día. Y eso es lo que tenemos que provocar. La Verdad se hizo carne, para deshacer el imperio de las tinieblas y sus fábulas engañosas.

Luego entonces, queremos hacerles una invitación a todos ustedes a celebrar este próximo 29 de Septiembre (Dómingo), el Advenimiento de Nuestro Dios quién se hizo carne y habitó (tabernaculizó) en medio de nosotros.

No queremos contender con nadie en cuanto a la fecha. Tenemos que determinar una y esta es la que parece ser la más acertada.

Queremos que desde Canadá hastá Ushuaia ( Argentina), En Europa, y en el mundo sea razgado ese manto de mentira, que establece fábulas como si fueran verdades y que sean desotronados, Júpiter, Mitra, Hermes, Horus, Tamuz, Frey (Germanos) y toda la raquia de luminarias demoníacas que se alimenta de esa fiesta.

Ana Méndez Ferrell 

A los pies de Cristo