Iniciamos la semana con el estudio “Tú eres el Templo de Dios”.
En el cielo no hay enfermedad, y para quien realmente es templo de Dios, la enfermedad no tiene cabida, ya que no puede entrar en su templo. Es fundamental que seamos conscientes de esto y trabajemos en nuestra mente.
Lo que proviene del espíritu debe ser cultivado en nuestros corazones y pensamientos. No se trata solo de adquirir nuevo conocimiento, sino de construir algo en nosotros, algo que la presencia del Señor comienza a edificar en nuestra vida.
Bendiciones amados,
Ana Méndez Ferrell