La tierra, cuando nosotros pecamos dice que la iniquidad de nuestras manos pesa sobre la tierra, y la tierra ha escrito nuestros pecados durante toda nuestra vida.
Quizá te reconciliaste con Dios pero la tierra sigue enojada contigo y está escupiendo a muchos de este territorio.
Necesitas a la tierra como tu aliada, a los arboles, a las aves, a quien te haga invisible.
Bendiciones amados,
Ana Méndez Ferrell