Si eres nacido de un sistema religioso, la Nueva Jerusalén no es tu madre, pero puedes cambiar esto.
El antiguo pacto es la ley, el nuevo pacto es el espíritu.
El hijo de la esclava no heredará con el hijo de la libre. La religión es parte del sistema de este mundo y se opone completamente al Espiritu de Vida.
La nueva Jerusalen se hace visible cuando nos conectamos a la fuente de la luz.
Cuando te conectas a la fuente de la luz ya tienes la victoria.
Bendiciones amados,
Ana Méndez Ferrell