El tabernáculo de Dios con los hombres es la Nueva Jerusalén, nosotros somos el templo del Espíritu, Dios es Nuestro Dios y mora con nosotros.
Pero por causa de teologías erróneas, separamos la Nueva Jerusalén de la verdad del tabernáculo de Dios con nosotros.
El sistema religioso que esta esperando que la nueva Jerusalén venga después que termine la tierra no heredara el Reino.
Bendiciones amados,
Ana Méndez Ferrell