Siempre que Dios ha establecido algo celestial que cambio la tierra ha habido una gran comida en la tierra.
Antiguo Pacto, pascua, cena del cordero
Nuevo Pacto, la cena con Cristo
En nuestro paso por esta dimensión no es solamente no hacer lo malo, sino establecer lo celestial.
Ahora que se acerca el 29 de septiembre (fecha aproximada al verdadero nacimiento de Jesus) y volvemos a tener esa cena para celebrar que el Hijo De Dios se haya echo carne y haya venido al mundo, celebremos esté momento histórico y maravilloso que no podemos olvidar.
Bendiciones amados,
Ana Méndez Ferrell