Quiero invitarlos, a que si aun no te haz casado con Cristo, lo hagas, hazlo conscientemente. Hazlo diciéndolo y entregándose como una novia se entrega a su marido.
No lo haga ahora en cinco minutos, sino en un acto consciente entre usted y Dios.
Y haga una cena maravillosa, con majares suculentos en la medida de sus finanzas.
Y celebre por Fé y no por religión. Se hijo de la libre y no de la esclava.
Bendiciones amados,
Ana Méndez Ferrell