Moises tuvo que elegir, dejó todas sus comodidades y eligió su lugar en el lodo bajo el látigo de Egipto .
El prefirió los sufrimientos de Cristo, el estimó sufrimientos, como riquezas que están muy por encima del oro y la plata.
Dios estaba edificando al libertador de Israel, el libertador de una nación y como tal, tenía que tener muy claro cual era el valor de las verdaderas riquezas.
Bendiciones amados,
Ana Méndez Ferrell