En nuestra naturaleza terrenal estamos separados de Cristo, cuando venimos a Cristo en el mundo espiritual, nos alineamos con nuestra naturaleza celestial.
Aquí es donde el nuevo nacimiento es completamente diferente a los conceptos religiosos que tenemos.
Porque cuando verdaderamente nazco del agua y del espíritu voy a empezar a moverme en mi naturaleza espiritual.
Bendiciones amados,
Ana Méndez Ferrell