Después del estrujamiento en el desierto, tienes que tener la flexibilidad para que Dios te forme de nuevo y puedas enfrentar a Faraon cara a cara.
Aquel que va a construir una torre, necesita saber que se necesita para construirla.
Aquel que va a la guerra tiene que considerar, cual es la fuerza de su enemigo.
Para seguir a Cristo, tenemos que consientes de lo que eso significa.
Bendiciones amados,
Ana Méndez Ferrell