Hazte la siguiente pregunta:
¿Puedo ser cambiado? ¿Puedo ajustar mi teología? ¿Estoy tan casado con lo que pienso, que ni siquiera Dios puede penetrarlo? ¿Puedo ser transformado?
Esto es importantísimo, ya que como hemos visto en la semana, solo los pastores estuvieron abiertos a creer, apuntaron al blanco y encontraron a Jesus.
Hay muchas cosas que están sucediendo hoy que tienen que ver con la interpretación de la Biblia y que no tienen nada que ver con lo que Cristo dijo.
Bendiciones amados,
Ana Méndez Ferrell