El pensamiento De Dios, el cual es amor, tiene dentro de si la reconciliación de todos.
El corazón De Dios es redentivo no destructor, y aun si tiene que sacudirnos y romper estructuras dentro de nosotros es parte de su amor inefable porque te esta quitando la escoria que esta cubriendo tu luz para que tu luz pueda brillar, es una obra de amor.
Pero si siempre le hecho la culpa al diablo, nunca voy a ver la obra De Dios.
Bendiciones amados,
Ana Méndez Ferrell