Cuando hacemos una liberación de cautividad, debo entender que no se trata de cuantos nombres de demonios me sé, lo ÚNICO que tengo que saber es que SOY UN ESPÍRITU CON CRISTO.
No lo creo con mi mente, LO SÉ EN CADA CELULA DE MI CUERPO.
Al entrar en las dimensiones espirituales, Cristo en mi comienza a resplandecer, en el mundo espiritual yo SOY UN ESPIRITU CON CRISTO, mi Cristo venció la muerte, el infierno y cada demonio.
Mira el video con detenimiento para ver un ejemplo claro de una liberación de cautividad.
Bendiciones amados,
Ana Méndez Ferrell