Él se hizo pobre para que nosotros fuésemos enriquecidos.
¿Lo hizo en vano?
El sufrió como hombre hasta la muerte en la cruz para darnos un nivel de vida que todo el mundo pudiera envidiar.
Tenemos que cruzar la frontera del reino de las tinieblas, del dolor, de la enfermedad. Este reino gobierna a través de tu pensamiento.
Jesus ya destruyó todo el poder del diablo y nos dio el poder para sacarlo de la jugada.
Bendiciones amados,
Ana Méndez Ferrell