Dios nos lleva al escrutinio de nuestros corazones y ver hasta qué punto realmente en nuestra vida estamos alabando a Dios o simplemente nos hincamos religiosamente.
Mateo 27:32 “Cuando salían, hallaron a un hombre de Cirene que se llamaba Simón; a este obligaron a que llevase la cruz”
Simon, simplemente estaba ahi viendo la escena, no estaba yendo a ayudar a Cristo con la cruz, sino que lo obligaron a ayudarle, es decir de mala gana fue a agarrar la cruz. De mala gana obedeció algo que era uno de los más grandes privilegios en la historia.
Obedecer a Dios es uno de los grandes privilegios que tenemos pero si en el corazón estamos siendo obligados, y no entendemos lo que es realmente servir a Dios y a su obra, estamos siendo como Simon de Cirene.
Ana Méndez Ferrell