Cosas muy simples pueden ser muy poderosas.
Los peores enemigos que tenemos son nuestras propias estructuras.
¿Recuerdan cuando el Señor confundió las lenguas en Babilonia?
¿Recuerdan que ellos tomaron lodo y construyeron ladrillos?
Esto hace la religión, hacen de todo el mundo un ladrillo en contra De Dios, porque el Señor nos envió a ser piedras vidas.
Pues no solo nos meten en un molde y nos dicen lo que tenemos que pensar sino que sellan el molde, y es muy difícil cambiar, cuando la mente ha sido sellada por la religión.
Bendiciones amados,
Ana Méndez Ferrell